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jueves, 23 de octubre de 2008

Creación desde la ruptura ancestral, especie de mirada interior‏

Creación desde la ruptura ancestral, especie de mirada interior
Patricio Matute García
Estudiante de Gestión Cultural
Universidad de Cuenca

En la Casa de las Posadas de Cuenca, se realizó la muestra: De la arcilla a la plenitud, del artista plástico, Pablo Moscoso. Esta singular muestra aglutinó, desde la curaduría de Edgar Carrasco, la obra del Papo. Escultura, cerámica, dibujo y pintura proyectaron la creación del artista cuencano que cursó estudios de Artes Plásticas en la Universidad Central del Ecuador.

En la apertura de la colección, disfrutamos de la ruptura ancestral de su obra, plasmada en la singular creación de la arcilla desenvuelta en máscaras y esculturas de pequeño y gran formato, algunas evidenciando un poder germinado desde la ritualidad de los pueblos originarios de América; otras, mezclando el kitch y el arte pop, con las miradas de las tribus urbanas de las ciudades cosmopolitas del Ecuador; en ambos casos evidenciando una profunda pureza de creación, sin ninguna pose, sino con las inmensas ganas de comunicar desde y para la vida.

Sus dibujos profundizan la constante búsqueda del ser humano por permitirse pensar por su papel terrenal y cosmológico, tratando de imitar la perfección en la energía que estremece a través de sus tintas cargadas de surrealismo, de percepciones metafísicas y de metalenguajes que se sienten en la cotidianidad de la Cuenca andina.

Pasteles, oleos, temples, veladuras, demuestran la versatilidad en el manejo de técnicas pictóricas. "Creo bordear una temática orgánica-ecológica, un universo que me permite extraerle los motivos más inusitados", señalaría en alguna ocasión, Pablo Moscoso.

El critico de arte Oswaldo Páez, cree que el artista en su obra, percibió todo este tiempo que nos ha tocado vivir (el nefasto tiempo neoliberal), pero desde la sensibilidad, creando rupturas y cuestionamiento. Desde la lectura del Poscolonialismo, el artista, ha hecho esfuerzos por expresar situaciones que tengan directa relación con las sociedades marginales desembocando en lo onírico-expresionista, además de lo testimonial, a veces alejándose de la institucionalidad, y creyendo en la ternura y candidez de la gente común.

El artista Eduardo Moscoso, contemporáneo generacional de Papo Moscoso, cree que Papo fue una persona especial que vivía en su mundo; su obra giraba alrededor del expresionismo con algunos tintes cubistas. Me impresionaba la fantasía de su obra, aquella que va más allá de los canones académicos y que da prioridad a la expresión desde el interior. Sería importante, como homenaje, plasmar junto a los artistas de nuestra generación, un mural colectivo, con lo que mejor que le gustaba: el arte originado con las técnicas pictóricas que utilizaba.

Uno de sus entrañables amigos, Vladimir Andrade, considera que el artista era una persona polifacética, con muchas inquietudes, que toda su vida trató de fomentar la cultura. Juntos asistimos en Cuenca, a un "desfase generacional", lo que quedaba era revelarse contra muchas de las formas en las que se manejaba el arte. Lo más importante para recuperar la memoria del artista, sería buscar su obra dispersa.

Cuando vamos por la muestra frota ese sabor a rebeldía de los jóvenes de los años 80-90, esa aspiración por la solidaridad, por la justicia, por el cuidado de la naturaleza; pero también viene a la memoria cuestionamientos actuales: ¿Por qué la apatía de los jóvenes de hoy? ¿Existe o no el recambio generacional en la academia? ¿El actual sistema nos está llevando a la desaparición del compromiso social? ¿La actual vigencia democrática, en crisis, ya no da más? ¿Cuál es mi papel ante el cambio de estructuras políticas y la defensa de la casa grande?. Creen entonces en los infantilismos, o en las nuevas formas de explotación desde la corporatividad mundial y el transnacionalismo, que llegaron a Ecuador. Ya no vivimos la social democracia soterrada, alias neoliberalismo, sino un sistema de Libre Mercado directo y sin tapujos que se apropia de nuestra tierra, de nuestro aire, de nuesta agua, de nuestra vidas. Sí, como nó: millones de dólares a cambio de migración, extinción, explotación y exclusión de especies.

1 comentario:

Unknown dijo...

En mi memoria y lo más profundo de mi ser subsiste un hogar común, el de los espíritus paralelos, ahí donde nos encontramos para darnos la mano en el gran bosque de los sueños..